“Si he ofendido a alguien o si le he faltado a alguien que me perdone, pero que me devuelvan mi hijo”, expresó este martes la acongojada madre del niño de cuatro años desaparecido el pasado sábado del estacionamiento de su casa en el sector Invivida, en Santo Domingo Este.
Miguelina Jourdain atribuye la desaparición de Rafael Eduardo Jourdain a la delincuencia común.
“No sé cómo lograron llevárselo, porque mi hijo no se va fácilmente con desconocidos”, dijo, tras referirse a su hijo como un niño inteligente, muy apegado a su madre, a sus hermanos y a los vecinos.
Miguelina no oculta la indignación que le producen los falsos rumores sobre la aparición de Rafael Eduardo.
Pidió a la ciudadanía no divulgar informaciones sobre el caso sin antes comunicarse con ella o con la Policía.
Afirmó que, en las últimas horas ha recibido múltiples llamadas telefónica y visitas de familiares y allegados felicitándola por la aparición de su vástago.
También, ha recibido llamadas que le indican que han visto al niño en destacamentos policiales y otros puntos de la ciudad.
Entrevistada en su humilde residencia, la joven mujer afirmó que confía en Dios y en la Policía que su hijo aparecerá con vida.
“La Policía está haciendo su trabajo”, expresó la atormentada madre cuyos vecinos afirman que no prueba bocado desde el sábado y que no quiere tomar los teses que les llevan para calmar los nervios.
Cuando llegaron los periodistas les advirtió que no podía dedicarle mucho tiempo, porque debía atender las constantes llamadas telefónicas y las visitas de solidaridad que recibe.
El teléfono de la casa y el móvil de Miguelina no paran de sonar. Esta mañana una joven llamó y dejó un mensaje diciendo que un taxista vio a Rafael Eduardo en el destacamento de la Policía de Los Frailes Segundo. La información era falsa.
Manifestó que ha hecho todo para que su hijo aparezca. Ha distribuido carteles, ha visitado destacamentos policiales, hospitales. Se ha hecho todo lo que nosotros podemos hacer.
Sobre el padre del menor, Miguelina se limitó a decir que éste está trabajando estrechamente con la policía en el caso.
Datos sin confirmar indican que el padre de Rafael Eduardo es un acomodado comerciante de la zona del Cibao.
